En un Panteón de San Juan del Río, que se encuentra en los márgenes del río San Juan, a un costado del Puente de la Historia, se encuentra una de las tumbas más extrañas en el estado de Querétaro, se trata un sepulcro que data del año 1848 y que en su lápida califica al difunto como “El desgraciado”. La historia detrás de este difunto se originó hace dos siglos, cuando Fernando Cárdenas, de profesión comerciante, fue asesinado con arma blanca cuando se trasladaba a la comunidad de La Estancia; cuenta la tradición popular que no se trató de un robo, sino de un ajuste de cuentas, ya que el finado tenía la tendencia de enamorar mujeres casadas.
De acuerdo con Francisco Manuel Flores, quien es trabajador de los panteones, todavía hace 12 años, en estas fechas, familiares del “desgraciado” llegaron desde el estado de Yucatán a visitar la tumba de su tatarabuelo.
Le explicaron al encargado que la palabra “desgraciado” fue grababa en la piedra, por las circunstancias en que fue apagada la vida de su familiar, ya que sin oportunidad de confesarse, Fernando Cárdenas dejó el mundo terrenal sin la gracia y sin el perdón de Dios.
“Esta persona se llamaba Fernando Cárdenas, era comerciante de San Juan y mercadeaba en las comunidades que había en ese tiempo; a parte de eso, el señor gustaba de disfrutar de los placeres carnales y constantemente enamoraba a mujeres casadas…en una de esas, según sus familiares, Fernando llegaba a la comunidad de La Estancia y fue asesinado a cuchilladas, no le robaron nada. Se asume fue un ajuste de cuentas.”
La tumba del desgraciado, cumplirá 12 años sin recibir visita de sus familiares en el día de todos los santos. Cabe señalar que este sepulcro, junto con otras 20 sepulturas, forman parte de los monumentos históricos integrados en el catalogo del INAH, en San Juan del Río.