Dentro las leyendas urbanas que se cuentan en San Juan del Río, esta la historia de un señor de avanzada edad que llegó a la Central de Autobuses de San Juan acompañado de un familiar. Abordó un taxi y pidió lo llevarán a los puentes que atraviesan el Río San Juan. Al revisar de uno por uno y no recordar algún indicio de un recuerdo que tenía se regresó a su lugar de origen.
No sin antes comentarle al taxista que él, junto con un grupo de revolucionarios, fue comisionado a comprar armas para la revolución. Mulas cargadas con monedas de plata y oro, porque los gringos no aceptaban otra forma de pago, disimuladas con carbón y leña, pasaron por San Juan. Al ser reconocidos por los federales trataron de escapar, pero ya para ser detenidos dinamitaron las mulas en un hoyo cerca de un puente que atravesaba un río caudaloso.
Los únicos tres puentes que estaban transitables en esos tiempos eran, el Puente de la Historia, el Puente de Fierro y el Puente de la represa de San José en la comunidad de la Llave.
El Puente de la Historia se encuentra en el centro y sería difícil no haberse dado cuenta. El Puente de Fierro es un puente de Ferrocarril poco difícil de cruzar en mulas. Y el Puente de la Llave que aunque más retirado ofrece más posibilidades de encontrar un tesoro.
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